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Pelayo. Una convención de altos vuelos.

Montamos un aeropuerto para embarcar a la tripulación de Pelayo en un avión.

El reto:

Organizar la reunión anual de corredores y agentes de seguros de Pelayo era un tema muy serio. Allí se dan las directrices para el año en curso y se marcan los objetivos, así que nada de bromas. Nos pusimos en marcha para conseguir que esta XVIII edición fuera un éxito y estuviera alineada con el objetivo de Pelayo, que no era otro que el de transmitir a los miembros de los equipos la importancia de trabajar unidos para alcanzar grades resultados.   

Un concepto a la altura del encargo:

“Volamos alto” fue el claim elegido. Conjugaba la narrativa de la aviación con la aspiración de conseguir el éxito, de ir más allá. Con ese hilo conductor diseñamos las dos convenciones, una en Madrid y otra en Córdoba, bajo la misma estética: la recreación de un aeropuerto con puestos de check-in, puertas de embarque, señalética… para que los asistentes simularan el recorrido que hacen en una terminal antes de coger su vuelo nacional. Los turborreactores de los creativos hicieron el resto.

Sin turbulencias:

El tiempo nos acompañó y todo transcurrió dentro de la normalidad. Todos los asistentes llegaron a tiempo a los vuelos programados, que no tuvieron retrasos y despegaron y aterrizaron sin incidencias. Ambos terminaron con aplausos de los viajeros.

¡Gracias a todos por elegir nuestra aerolínea para realizar el viaje! ¡Volveremos a surcar los cielos juntos! 

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